Cubierta de una hermita en La Iglesuela, Ávila

Los empujes laterales de la cubierta se absorven por los dos muros piñones a los que acometen los dos faldones. En sus aproximadamente últimos dos metros, estos faldones están especialmente bien atornillados para asegurar su trabajo como vigas pared.

Observense los perfiles entre pares que facilitan la calidad del atornillado a que nos estamos refiriendo. Aunque con menor importancia, el modo de unir los pares en la cumbrera también hace que el empuje horizontal disminuya.